Para: los desalmados coleccionistas de animales exoticos!!!

Para: los desalmados coleccionistas de animales exoticos!!!

DESTINO FINAL DE LA MASCOTA SILVESTRE:
Después resulta que el animal arma un escándalo de madrugada, como lo hacía en su ambiente natural, canta, grita, gruñe, o muerde a su dueño, araña, ensucia y destroza los muebles, defeca y micciona en cualquier parte, o no quiere alimentarse, y durante el día en el caso que sea un ave, no le da la gana de hablar ni cantar, por más que lo insulten, amenacen o golpeen.

Muchos compradores se quejan de la tristeza del animal que compraron para “alegrar” su casa. Frecuentemente el animal muere al poco tiempo de ser comprado, víctima de la depresión, stress del cautiverio o enfermedades como psitacosis, salmonela y tuberculosis, que son transmisibles a los seres humanos. Guacamayos con una expectativa de vida de 50 años, hechos por El Creador para volar, no suelen resistir más de cinco años en promedio metidos en una jaula, sin lograr expandir sus alas, sin pareja y lo peor, sin estar en su hábitat natural.

Al analizar las principales razones por las que se sigue manteniendo un negocio que está produciendo tanto daño a las poblaciones silvestres, nos encontramos con que este tráfico produce pingües dividendos a unas cuantas personas que, además, han observado que se trata de una actividad ilegal poco arriesgada y no tan perseguida como lo puede estar el narcotráfico o el tráfico de armas, pero que es equiparable a éstos en rentabilidad. Impunidad y rentabilidad representan un claro aliciente para muchos traficantes, lo que está provocando que el problema aumente a pesar de los cada vez mayores controles internacionales. En más de una ocasión se ha observado que los canales de distribución y las personas implicadas en asuntos de tráfico de especies son los mismos, probándose así que se trata de un complejo y grave problema de especiales consecuencias para la naturaleza.