La crisis del Coronavirus nos ha cogido por sorpresa, y ha desnudado nuestras debilidades e incluso amenazas como sociedad. Debilidades en el sentido que nos falta aún mucho para madurar como sociedad y amenazas, porque todos sentimos por un momento que era el final de nuestra existencia como seres humanos. Salvo raras excepciones, la crisis del Coronavirus ha puesto en evidencia muchas ausencias que creíamos cubiertas como ciudadanos del mundo moderno. Los centros de salud del mundo tuvieron que asumir este reto con la batuta administrativa de sus gobiernos de turno. Algunos países demostraron estar capaces de controlar una pandemia de semejante magnitud, otras subestimaron esta crisis y pagaron con vidas humanas estas carencias. Italia, España, incluso USA no supieron actuar a tiempo ante la llegada inminente de la pandemia. Países como Alemania, Corea del Sur y Japón lograron mantener a raya la pandemia y lideraron la lista de países con mejor manejo de la crisis.
Mientras los científicos del mundo encuentran una cura al coronavirus, toda la humanidad debe mantenerse alejado de las multitudes, de las aglomeraciones, de los grandes eventos sociales. Los restaurantes permanecen cerrados, los teatros, los cines, los grandes conciertos, incluso los evento religiosos, toda reunión donde hayan más de dos personas y que sea público. Se toman medidas de corto plazo como el uso de máscaras de protección, distancia de metro y medio a dos metros entre persona a persona en el transporte público, se evitan los tumultos en los supermercados haciendo cola por el aforo restringuido, la gran mayoría, aunque lamentablemente no todo el mundo, puede trabajar desde casa y seguir ganando su sueldo. Mientras tanto hay gente que cayó en el desempleo porque sus puestos de trabajo cerraron, o peor aún, nunca pudieron conseguir trabajo. Para ellos la situación se complica aún más y la incertidumbre y la preocupación de tener que mantener una familia o cuidar de un familiar enfermo acrecentan aún más la crisis.
Mientras tanto, la naturaleza aprovecha este lapso de tiempo para estirarse y tomar un respiro de las contaminadoras existencias humanas. Los ríos vuelven a recuperar su color original, retornan los delfines a las costas peruanas, los animales silvestres se atreven a salir de sus guaridas. Incluso se dice que la capa de ozono se restableció casi en su totalidad. Sea cierto o no lo último, sabemos que en este momento nuestro planeta acaba de recibir unas pequeñas vacaciones y esta agradecida por la crisis del coronavirus. Ahora bien: era necesario recibir semejante amenaza mundial para reflexionar sobre nuestras existencias y sobre lo importante que es CONVIVIR con la naturaleza? Si bien somos los seres "pensantes" que habitan sobre la tierra, debemos actuar como tal. Esta crisis nos esta dando muchas lecciones de vida:
1.- Respeto hacia la naturaleza: estamos contaminando nuestro hábitat, nuestro hogar. Nuestros "roommates", es decir los animales y las plantas, se sienten cada vez menos protegidos y son depredados con voracidad por el hombre. Se dice que el coronavirus apareció por la mutación del virus proveniente del murcielago, que no habría sucedido si no fueran consumidos por el hombre. De haber sido el caso, pudo haber sido un mecanismo de acción - reacción de la naturaleza para frenar nuestras ansias voraces de depredación y nuestro enorme ego de "seres superiores que deben dominar sobre la tierra". Hoy día los animales y las plantas están respirando y descansando de nuestra presencia, y la naturaleza empieza a recuperarse. Ahora, pasada toda la crisis, volveremos a nuestros hábitos anteriores?
2.- La economía por encima de todo?: Ya nos hemos dado cuenta que cuando la naturaleza nos quiere frenar, lo hace y a gran escala. Demos gracias que los volcanes no terminaron de erupcionar o que los terremotos y maremotos no aparecieron durante la cuarentena, sino habría sido definitivamente nuestro final. Debemos entender una cosa: la madre tierra, la que nos provee de todo lo que consumimos, sea alimentos, minerales o lo que sea que tengamos frente a nosotros, fue proveído por la madre tierra. Aún sin tener la cura, hay millones de personas en el mundo que, gracias a sus defensas ya están recuperandose. La economía puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida, pero bajo ningún punto de vista debe ser prioridad cuando tenemos que elegir entre tener más dinero o mejor "calidad de vida" a costa de sacrificar a otros seres vivos o a nuestros semejantes.
3.- Solidaridad: Dicen que el mundo da vueltas. Es verdad. Hoy por tí, mañana por mí, o al revés. En esta crisis hemos aprendido a ayudar al que menos tiene, a sentir piedad por aquel que la esta pasando peor que nosotros. Allí donde alguien necesita ayuda, siempre cae una mano amiga. Felizmente he podido observar que aún al tener que mantener distancia para evitar la infección, hubieron miles de personas que ofrecieron su ayuda a aquellas que no podían valerse por sí mismos o que eran "población de mayor riesgo" de contraer la enfermedad. Aquellas personas fueron puestas a prueba y respondieron como debe ser, y le dieron el ejemplo a sus retoños, quienes observando esa actitud lo replicarán en el futuro, sea con el vecino, un familiar, o contigo, ya que fuiste tú quien lo formaste así. Lo que siembras, cosechas!
4.- El dinero no lo es todo en esta vida: En efecto. Todo, sin excepción, debe permanecer en casa si no desea infectarse del coronavirus. Incluso gente adinerada fue infectada del coronavirus. Y tenían que guardarse en casa para no contagiar al resto de su familia. Países que se jactan de su poderío económico y militar cayeron como moscas ante el coronavirus. Nunca hay que subestimar a un enemigo pequeño porque crees estar bien provisto de la mejor economía, de los mejores armanentos, de la mejor tecnología. La inteligencia, la empatía y el sentido común son algunos de los valores más importantes y valiosos que una persona puede tener para darse cuenta de la importancia de tomar medidas preventivas, de evaluar opciones y saber qué es bueno y que no es tan bueno.
Si bien hay mucho más que decir, quería plasmar mis apreciaciones personales al respecto antes que se me vaya de la mente y del contexto. Ante todo aliméntense bien, muevan el cuerpo, hagan ejercicios y aprovechen esta cuarentena para hacer cosas que antes no podían lograr "por falta de tiempo". Un abrazo.